Iris es una niña realmente talentosa para su corta edad. El arte ha jugado un papel de suma importancia en su crecimiento, pues a diferencia de otros niños ella tiene autismo. Sin embargo, su condición no la hace menos inteligente que el resto… sino todo lo contrario. Además de haber desarrollado una sensibilidad superior a sus compañeros de clase, su desorden neuronal parece haberla convertido en una pequeña pacífica y muy observadora.
Detrás de su excelente desempeño al pintar, está su consejera artística y mejor amiga: Thula. Desde que esta peculiar gatita llegó a su vida, Iris no solo se ha vuelto un poco más abierta con su familia al hablar de sus emociones, sino que poco a poco ha comenzado a interactuar más con sus amigos de la escuela y a disfrutar alegremente la etapa más bonita de su vida, la infancia.
“Sea cual sea la actividad que esté haciendo, Thula quiere estar ahí para ayudarla. Plastilina, pintura, paseos en bicicleta… ella le ofrece a Iris su compañerismo, amistad y lealtad; además, me apoya en el proceso de alentarla a interactuar con los demás”, Arabella Carter, madre de la pequeña.