Encontrar un amigo fiel y sincero es una misión casi imposible y pocos son los afortunados de contar con un tesoro así. Pero Barclay, un tierno golden retriver, nos demuestra, junto a su mejor amigo, el pato Rudy, que no importan las especies para formar una bella amistad.
El inicio de esta inusual relación no fue del todo inspirador, de hecho, fue bastante accidentado. Resulta que Barclay tenía un enorme antojo de pato fresco, pero Rudy, que es el pato alfa de su grupo, no iba a permitir que ese ladronzuelo dañara a uno de los suyos; entonces lo persiguió para darle un escarmiento. Barclay comprendió pronto que los patos son amigos y no comida, así que regresó al grupo para pedir una sincera disculpa y entablar una amistad. Fue entonces que hizo clic con Rudy y las indiferencias quedaron atrás.
Pam Ishiguro, la dueña del travieso retriver, asegura que no hay poder humano que los separe y cuando están juntos siempre se acurrucan uno al lado del otro, y cuando uno de ellos no está el otro lo busca y lo llama. Su relación es muy sólida y cada uno saca provecho de su amigo, en una manera juguetona, claro.
A Rudy le encanta subirse arriba de Barclay y este lo acepta sin ningún reclamo y, en cambio, él es fanático de olfatear a su emplumado amigo, es un ganar-ganar. Ellos se necesitan mutuamente y ambos son afortunados de haberse encontrado, comentó Ishiguro al Daily Mail.
Mira las tiernas fotografías de esta amistad no convencional.