Cuando atraviesas por una situación difícil una de las mejores cosas que te pueden suceder es contar con el apoyo de alguien que comprende tu situación y está dispuesto a ayudarte.
A menudo ese apoyo y respaldo se transforman en invaluables amistades, de esas que son para siempre. Ese es el caso de Simón y Leonardo, un ternero y una tortuga gigante que se conocieron después de ser rescatados por la misma fundación y que ahora se apoyan el uno con el otro.
Simón es un pequeño ternero que perdió una pata en un accidente y fue rescatado por la Wildlife Friends Foundation, donde le colocaron una prótesis y lo ayudaron a adaptarse a ella para poder caminar antes de comenzar a convivir con otros animales de su especie.
Cuando llegó a la fundación, conoció a Leonardo, una tortuga sulcata que fue rescatada de un zoológico en Bangkok algunos meses atrás.
Aunque el plan era resguardar por un tiempo a Simón y después trasladarlo a un lugar donde había dos vacas más para que no se sintiera solo, pasó algo inesperado…
Los dos animales se conocieron, ¡y se hicieron los mejores amigos!
El personal de la fundación ha declarado que “para sorpresa de todos nosotros, Simón y Leonardo tienen un fuerte vínculo entre ellos”. Al parecer todos están sorprendidos con la relación entre los dos animales de diferentes especies.
Aseguraron, además, que son inseparables y que a menudo se les observa siguiéndose entre ellos, compartiendo la comida y descansando juntos después de un largo día de juegos y convivencia.
La amistad entre ambos y el apoyo que se procuran han sido fundamentales para que Simón salga adelante y adquiera la confianza en sí mismo, que le hace falta para reponerse del accidente que le costó perder una pata.
Nosotros solamente esperamos que Simón pueda quedarse por más tiempo junto a Leonardo y que sigan fortaleciendo esa gran amistad que les une.