Sabemos que la naturaleza acondicionó las pieles de cada especie de manera que pudiesen adaptarse a los diversos cambios atmosféricos de su hábitat, pero la evolución, el calentamiento global y muchos otros factores han desencadenado alteraciones extremas en la temperatura. Conscientes de ello, algunas mujeres de la India se entretienen tejiendo gigantescos suéteres para que los elefantes no sufran demasiado ante las inclemencias del tiempo.
Muchos de estos animales han sido víctimas de abuso en el pasado, por ello las aldeanas consideran importante darles cobijo y hacerlos sentir protegidos. ¿Qué mejor forma de hacerlo que con estos enormes y coloridos suéteres?
Las artesanas de esta noble causa, radican en una villa cerca de Wildlife SOS, el Centro de Conservación y Cuidado para Elefantes en el norte de la ciudad de Mathura. Cuando el personal de dicha organización les advirtió sobre las venideras bajas de temperatura, estas colaboradoras decidieron ponerse en acción y tejer prendas muy similares a pijamas para cubrirlos.
Wildlife SOS rescata y protege de manera especial a los paquidermos que sufrieron negligencia crónica, golpes y maltrato por parte de sus antiguos adiestradores.
Las fotografías muestran a los agradecidos elefantes vistiendo los suéteres cuidadosamente bordados, junto con algunas voluntarias que les ayudan colocando las prendas de manera que sus patas, lomo y cuello queden cubiertos. La fundadora del centro, Kartick Satyanarayan, habló de la importancia que tenía velar por su salud y protegerlos mientras recuperaban la confianza después de todo el daño que sufrieron:
“Es importante mantener a nuestros elefantes protegidos del frío durante este extremo invierno, ya que son débiles y vulnerables, además han sufrido tanto abuso que son más suceptibles a padecer enfermedades como la neumonía. El frío también agrava su artritis, un problema común que atendemos con nuestros elefantes rescatados” explicó para el Times de la India.
El centro alberga en la actualidad 20 elefantes que han sido salvados del cautiverio ilegal para tráfico, explotación en circos y otras circunstancias de extrema crueldad.
Este año se han propuesto elevar esa cifra a 50, para lo que necesitarán ampliar el territorio de su santuario, y por supuesto, conseguir mucho más estambre.