Este perrito se encontraba demasiado débil para dar un paso más, pero reunió las pocas fuerzas y la esperanza que aún albergaba en el corazón y se acercó con un joven para pedirle algo de comida y, de ser posible, de amor. Enfermo y a punto de morir de hambre, movía la colita para rogarle compasión.
Ni él ni su nuevo dueño imaginaron cuánto cambiaría la vida de ambos al cabo de unos meses. Hoy, Moon no solo tiene un nombre y se encuentra físicamente recuperado: volvió a creer en la humanidad y a sentir que merece ser querido dentro de una buena familia como cualquier otro ser vivo. Esta es la impresionante y enternecedora historia de un husky siberiano que recibió una segunda oportunidad y está agradecido como un loco. ¡Ver su transformación, es simplemente hermoso!