Supongamos que un día te encuentras completamente relajado, nadando en la playa, disfrutando de la brisa en tu rostro y los rayos del Sol tostando tu piel, cuando de repente observas que alguien en el mar se está ahogando y no hay ningún guardián de la bahía cerca para darle auxilio, solo estás tú.
Ah, por cierto… ese “alguien” es un oso negro de casi 200 kilos, ¿lo ayudarías?
El ahora legendario héroe que conocerán a continuación es Adam Warwick, el hombre que dejó a un lado el temor y se lanzó para rescatar al peludo mamífero. Warwick es un biólogo que trabaja para la Comisión de Vida Silvestre en Florida, por lo que no dudó en auxiliarlo de inmediato.
¡Biólogo al rescate!
Al parecer el oso se encontraba dando un paseo y se alejó demasiado de su hábitat y entró al territorio urbano. De inmediato, las autoridades agilizaron su labor con el fin de evitar un accidente y le dispararon dardos con sedantes para poder trasladarlo a la reserva natural de donde había salido.
Pero la situación se salió de control
A pesar de que el oso logró esquivar algunos disparos, su cuerpo ya estaba lo suficientemente sedado como para no tener idea de lo que hacía, por lo que se fue introduciendo poco a poco al mar para intentar protegerse.
Solo buscaba un refugio
Sin embargo, el gran el peso de su cuerpo (aproximadamente 180 kilos) le impedía nadar, y antes de que se hundiera por completo Warwick acudió en su ayuda.
Trabajo en equipo
De inmediato, socorristas y voluntarios consiguieron la maquinaria necesaria para sacarlo del agua, pero de no ser por la valiente decisión de Adam Warwick el oso pudo haber muerto de una manera muy triste. Ve el rescate explicado paso a paso en el siguiente video:
¿Tú harías lo mismo?
https://youtu.be/AJ7QdYZ39Q8