El 28 de noviembre de 2014 ocurrió un incidente muy desagradable en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno en Cantabria, España, en el cual fueron sacrificados ocho ejemplares de lobos adultos. El hecho levantó un gran revuelo a escala internacional debido a que no existían verdaderas razones para que ocurriera.
De acuerdo con las autoridades del parque, esto se debió a que el comportamiento de los animales estaba fuera de control y estaba en riesgo la protección y supervivencia de la especie. Pero los motivos no están del todo claros.
Supuestamente estaban fuera de control
La empresa pública Cantur, responsable de la gestión del parque, explicó que la manada había sido sacrificada ya que el manejo de los lobos se les fue de las manos; por lo tanto, se determinó que el veterinario Miguel Celada, encargado de la sección de carnívoros del parque, aplicara una inyección intracardiaca para ejecutar la eutanasia.
Sus condiciones no eran favorables
Sin embargo, el diputado Javier López Marcano asegura que fueron acribillados a balazos, algunos de ellos hasta con ocho tiros.
De acuerdo con López Marcano, los hechos se produjeron después de que la plataforma Infozoos, integrada por las asociaciones FAADA (Barcelona), Born Free Foundation (Reino Unido) y ANDA (Madrid) se dirigieran al director del parque para expresar su preocupación por las condiciones en las que se encontraba la manada de lobos.
Todo inició por una disputa entre la manada
Debido a unas obras de reforma en el espacio reservado para ellos, luego del nacimiento de siete cachorros, todos los ejemplares adultos estaban enjaulados como consecuencia de una reubicación junto a los lobeznos, lo cual dio lugar a varias peleas entre los animales que tuvieron un saldo de un adulto y dos lobeznos muertos.
Tras estos hechos, y con la camada reducida a 13 animales, cuatro jóvenes y nueve adultos, tuvo lugar la matanza a tiros realizada durante la noche y en la cual se utilizó un rifle calibre 22, todo con el afán de ocultar la terrible acción.
No fue una decisión sencilla
Según el veterinario Celada, esto no fue nada sencillo para él:
Sacrificar a los ocho lobos adultos ha sido una de las decisiones más desagradables de mi vida. Ser veterinario es algo vocacional, y tener que quitar la vida a estos animales ha sido muy duro.
A pesar de las justificaciones posibles para haber tomado esta determinación, sus motivos son muy difíciles de comprender.
El conflicto ocasionado por la incompatibilidad de las dos manadas de lobos en Cabárceno había llegado a tal extremo que los gestores ya no podían garantizar la seguridad. La rivalidad entre lobos había convertido al parque en un infierno.
Matar a todos los lobos adultos era la única manera de garantizar la viabilidad y la supervivencia de esta especie.
No se podía garantizar su bienestar
Según él, los lobos no sufrieron, y la razón de haberles dado un tiro fue para asegurarse de que estuvieran muertos. Además, afirma que la decisión fue adoptada in extremis ante la imposibilidad de garantizar la seguridad en el recinto. La incompatibilidad entre las dos manadas era total. Existía incluso el riesgo de que los lobos adultos saltaran al exterior y llegaran a la calle.
Una verdadera crueldad
Luego de que no se llegara a un acuerdo con respecto a lo ocurrido, el caso pasó a los tribunales, ya que el diputado López Marcano presentó una denuncia, pues calificaba estos hechos como una “matanza y barbarie”, además de “un atentado al sentido común”.
El legislador estaba dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias. No estaba de acuerdo con que se justificara el sacrificio de los lobos en criterios “conservacionistas” como ha hecho Cantur, es “una antítesis”, una contradicción en sí misma, y opinó que no tienen respuestas que dar, ya que de lo contrario no se hubiera llevado a cabo durante la noche, con ocultamiento de las circunstancias y recibiendo algunos de los lobos más de ocho tiros, pese a estar sedados y enjaulados.
No era la primera vez
Este episodio se unió a otros ocurridos en el mismo recinto, como el de los 17 tigres siberianos que, según el gobierno, “se habían matado entre sí”.