En ocasiones nos sentimos tan deprimidos, que no vemos más allá de la tristeza. Pensamos que estamos solos en el mundo, y que no hay familiar o amigo que se interese por acompañarnos en ese momento difícil, ya que todos tienen sus propias responsabilidades y preocupaciones. Pero, ¿ya miraste bien a tu alrededor?
Si tienes un compañero peludo, créelo: jamás estarás solo.