Si alguna vez has tenido mascotas, sabes perfectamente que se trata de una responsabilidad casi tan grande como la custodia de un hijo. Necesitan alimento, ir al veterinario para checar que todo vaya bien incluso si no están enfermos, dar caminatas largas, hidratarse, ejercitarse, dormir bien y llevar una vida tranquila. Pero… ¿Qué hay de ti?
De vez en cuando necesitas una pequeña escapada, ya sea irte de aventura un fin de semana, acampar, visitar a la familia o simplemente descansar un poco de la rutina y no siempre es posible llevar a tu mejor amigo peludo contigo. Entonces, ¿con quién lo dejo? Definitivamente, esta es la parte más difícil de marcharse, incluso si solo vas al banco, al trabajo o al baño. ¡Ya no se puede confiar en nadie!