Todos hemos sentido lo mismo el primer día de trabajo: nos sentimos desubicados, y debido a la falta de confianza tenemos un comportamiento tímido o estamos propensos a cometer errores.
En esta ocasión los nuevos empleados son unos simpáticos cachorros, quienes desde muy jóvenes desempeñan funciones en las cuales deben ser muy responsables, valientes y audaces, ya que estos perritos tienen que cumplir con una importante labor.