Los pollos son unos animales muy inteligentes, de hecho, de acuerdo con un estudio realizado por la científica Lori Mariano, no son tan despistados como se piensa. Cada uno tiene una personalidad distinta y pueden reconocer hasta 100 rostros diferentes, entre personas y animales. Además, se pueden comunicar con al menos 24 vocalizaciones distintas.
Hay también algunos que se dedican a hacer travesuras, por eso sus dueños han decidido hacer públicas sus diabluras, con la intención de darles un escarmiento. Aunque tal vez no cambiarán jamás, porque son los auténticos líderes de la rebelión en la granja.
1. Este es un delincuente muy peligroso
He aterrorizado al pequeño humano, solo por diversión.
2. Se busca por terrorismo
Me haré popó en todo lo que tú ames.
3. La bromista del gallinero
Pongo huevos por todas partes. Ve y búscalos.
4. Tiene grandes aspiraciones
Mis humanos me dicen ‘mandona’ y ‘agresiva’. Si fuera un gallo, ellos opinan que tengo ‘habilidades para ser líder’.
5. No le importa nada
Al diablo con tu decoración para las vacaciones.
6. Sus demandas son muy justas
Nos negamos a poner huevos, hasta que nuestros humanos nos compren maní.
7. ¡Hay que cuidarse, están furiosos!
Me comí ‘enterita’ una rana que era la mascota de un niño.
8. La “graciosita” del lugar
Me escondo dentro de los arbustos y cajas, espero a que pase la gatita para poder saltar encima de ella y asustarla.
9. La mimada
Le grito a la gente hasta que me abrazan… especialmente por las noches.
10. Ella tiene estilo
Me hago popó en la lavadora.
11. Un caso grave de ira
Choco a propósito con el gatito y le picoteo el trasero.
12. La más desobediente
Desaparecí por dos semanas ¡y regresé con dos bebés! (Ahora estoy bajo control de natalidad).
13. La descontrolada del grupo
Tengo 10 hijos y no tengo idea de quién es el padre.
14. No le importa lo que pueda pasar
Dejé que un zorro se paseara por el campo y no alerte a nadie.
15. El vengativo
Saliste hasta tarde anoche. Déjame cantarte la canción de mi gente antes del amanecer.
16. La ruda
Saqué el anillo nasal de mi madre y luego me lo comí.
17. No se arrepiente de nada
No tenía control sobre mí misma y empecé a comer hasta ponerme neurótica. Luego mis dueños, muy preocupados, me trajeron dentro de la casa para poder descansar y calentarme, y vomité todo el piso de la cocina.
18. Sabe que es culpable de los cargos
Aterroricé y acorralé a un niño de siete años por sus bananas.
19. Unos criminales sin corazón
Me metí dentro de la casa y me hice popó en el piso.
Yo lo limpié y creo que es ¡delicioso!
20. ¡Alguien que lo detenga!
Quejarme en voz alta me complementa.
21. Y, por último, la peor de todas
Mi dueño tuvo que comprar huevos en la tienda, porque yo soy una holgazana.