La intuición canina nunca deja de sorprendernos y hace estremecer nuestro turbio corazón. Los perros son capaces de percibir nuestra tristeza, melancolía, dolor, enfermedad, ira y nostalgia… pero ellos siempre tienen la fórmula infalible para hacernos sentir un poquito mejor: mover la colita, brincarnos y acercarse para darnos la pata y decir con sus característicos ladridos alegres: “oye, tranquilo humano, todo va a estar bien”.
No importa lo difícil que sea una situación o si hay nieve, lluvia, truenos o relámpagos; ellos siempre han estado ahí y estarán porque su amor es el más puro e incondicional que existe sobre la Tierra. ¡Mira estas enternecedores imágenes que lo demuestran!