No sabemos si en realidad los gatos y los perros siguen siendo enemigos después de tantos videos que hemos visto en Internet, en ellos pareciera que conviven plácidamente como almas gemelas. Lo cierto es que se siguen jugando bromas bastante pesadas, algunas tan molestas como si tuvieran la misma relación que tú tienes con tu hermano menor, ese pequeño demonio al que adoras molestar.
Y el amo es básicamente la mamá que debe llegar a poner orden a su desastre. ¿A quién le creerías y a quién defenderías en una situación así? ¿Al inofensivo gato o al misterioso perro? ¿Al que mueve la colita de los nervios o al felino que no puede sostenerte la mirada fijamente? ¡Hagan sus apuestas para determinar quién molesta a quién!