Es sorprendente cómo los animales demuestran más amor y fidelidad para con los humanos que los mismos humanos. Para ejemplo el caso de varios canes callejeros que llegaron al funeral de Margarita Suárez el pasado mes de marzo en Mérida, Yucatán; quien en vida cuidó de ellos y los alimentó.
Vale la pena reflexionar sobre el amor y agradecimiento incondicional que tienen los animales hacia quienes dan todo por ellos.
Margarita siempre llevaba consigo una bolsa con comida para darle al animal que se encontrara en su camino.
“Cada vez que veía a un perro en la calle significaba regresar a casa para darle de comer”.
– Su hija.
Ante la llegada de los perros al funeral de Margarita, los trabajadores del lugar solo atinaron a decir que no tenían conocimiento de ellos y que nunca antes los habían visto.
Los canes también formaron una procesión detrás del coche fúnebre el día del entierro.
Estos fieles animales dejaron el lugar una vez que el cuerpo fue llevado a ser cremado. Y así como los perros, un ave que Margarita había alimentado también se despidió de ella justo antes de que se llevarán el cuerpo a cremar.
Historias como la de Margarita las podemos ver en diversas partes del mundo, en donde el amor incondicional de las mascotas va más allá de la muerte.
Como la del Canelo; su dueño tuvo que ser sometido a tratamiento de diálisis luego de darse cuenta que padecía diabetes.
Sin embargo él nunca salió y Canelo esperó fielmente durante 12 años en la puerta y alrededores del hospital. Fue hasta el 9 de diciembre de 2002 cuando esto ya no sucedió. Un conductor a exceso de velocidad lo mató y huyó.
Huachito es otro perrito que vive en Bolivia. Él duró 5 años en la misma esquina de la ciudad de Cochabamba. Todos los días estaba ahí y no se movía, Huachi estaba esperando a su amo en la misma esquina en que el hombre murió en un accidente de tránsito. Aquí su historia.
De este fiel amigo nadie conoce su nombre, pero lleva cinco años visitando a diario la tumba de su amo, un extranjero que no tenía más familia en España. Pese a que vecinos han intentado adoptarlo, el perrito siempre regresa al lugar donde descansan los restos de su dueño. Él vive en el cementerio de Nerja, en Málaga.
Talero vive en Argentina. En agosto de 2013 se encontró el cuerpo de un hombre que llevaba 223 días muerto por las bajas temperaturas. A su lado permaneció durante todo ese tiempo. Después se lo llevaron a un albergue animal donde murió de tristeza.
Collie es un perrito que permaneció 9 años al pie de la tumba de su amo, antes de morir por problemas renales. Fue en el cementerio de La Piedad en Argentina, donde día a día permanecía con la esperanza de volver a ver a su dueño.
Los familiares seguido regresaban para llevarlo a casa, pero el jamás se dejó tocar o que se acercaran a él para consolarlo. Mira aquí su historia.
Un joven italiano llamado Luigi adoptó a Fido, un perrito mestizo. Cada día, a las 17:30, Fido esperaba en la estación de tren a que Luigi regresara del trabajo. En 1943, el joven fue reclutado para servir en el Ejército y enviado al frente ruso.
Nunca regresó, pero su fiel amigo Fido continuó esperándole cada día en la estación de ferrocarril, hasta que una nevada fuerte acabó con la vida de este fiel amigo. Él padecía artritis. Mira su historia aquí.