A continuación te mostramos un conjunto de fotos donde el más fiel de los fieles se equivoca y aprende de la peor manera que las abejas no fueron hechas para comerlas.
Es verdad que nuestros queridos y fieles amigos sufrieron esta lección, pero eso no quita que se vean chistosos con los hocicos inflamados y con esa carita de dolor. Con tanto dolor la lección les durará para el resto de sus perrunas vidas.