Elementos de la defensa civil en Bahía Blanca, Argentina, acudieron a un vecindario para atender el llamado de emergencia de un hombre que sufrió severas lesiones tras caer de casi 2 metros de altura.
Jesús Heuche intentaba podar un árbol de su jardín en compañía de su perrito Tony, cuando perdió el equilibrio y cayó directo al concreto; lo más sorprendente es que al llegar la ayuda, el perrito rogaba desesperado por permanecer al lado de su dueño en todo momento. ¡Le angustiaba que lo separaran de él y no saber lo que le ocurriría!
Dejó actuar a los paramédicos sin moverse del lugar
Echado sobre su dueño accidentado, Tony aguardó mientras el equipo de rescate atendía las lesiones de Jesús; apoyaba la cabecita sobre su pecho como si quisiera pedirle que se recuperara lo más pronto posible.
No paraba de llorar
Tony creía que lo que le había pasado a su amigo era muy grave, se notaba nervioso y muy triste; para intentar relajarlo, Jesús palmeó su lomito un par de veces en cuanto recuperó fuerzas para explicarle que todo estaría bien.
Quería ir con él en la ambulancia
Con mucho cuidado, los paramédicos levantaron el cuerpo del herido, y su perrito se aferró por trepar a la ambulancia para acompañarlos al hospital, sin embargo no consideraron prudente que viajara con ellos y prefirieron encargárselo a un vecino en lo que Jesús se recuperaba.
Tony era un callejero
Cuando Jesús se sintió mejor, atendió cientos de entrevistas de medios locales que se sorprendieron por el espíritu de servicio y la gran preocupación que mostró su perrito en el incidente; explicó que Tony había pasado casi toda su vida en las calles, ya que apenas lo había adoptado un par de meses atrás, sin embargo ya eran muy unidos.
¡No cabe duda de que son los seres más leales y agradecidos!