Un perro nunca nos abandonaría… incluso si la muerte se ha atravesado en el camino.
Moose, un perro labrador de tres años, espera pacientemente en el lugar donde vio por última vez a su dueño, la cama del hospital. Lo desgarrador de la historia es que el hombre falleció y no pudo despedirse de su mejor amigo…
Él no comprendía qué estaba pasando
La historia de Moose se hizo viral gracias NorthStar Pet Rescue, una ONG que empezó a buscar un hogar para él después de que su dueño muriera.
Moose se sentó pacientemente junto a la cama del hospital de su ‘papá’, esperando que él regresara, sin saber que había fallecido.
La imagen del perro que aguarda a su amado dueño hizo pedazos el corazón de muchos; junto a ella agregaron esta descripción:
Afortunadamente muchas personas estuvieron interesadas en este fiel y amoroso perrito, ¡y pronto se incorporó a una familia que lo ama tanto como lo amaban antes!