Esta es la conmovedora historia de un perrito callejero que, por suerte, encontró un compañero que le brindó el amor y calor que otros le negaron. El pequeño vagaba por la ciudad cuando tropezó con un osito de peluche que alguien había tirado, y se convirtieron en compañeros inseparables.
Una mañana, Kourtnee Blount, una joven que se dedica a rescatar animales por su cuenta, se encontró con una impresionante imagen. Mientras caminaba por un vecindario en Montgomery, Texas, vio a un perrito acurrucado junto a un oso Teddy, en un jardín entre dos propiedades.
No estaba solo, tenía a su osito
Al principio pensó que el tierno can le pertenecía a alguno de los vecinos, ya que regularmente los perros tienen permiso de pasear solos por la zona. Sin embargo, todos negaron ser los dueños del peludo y aseguraron haberlo visto vagar por el lugar durante el último mes.
Una imagen muy emotiva
Cuando di la vuelta en la esquina, lo vi acostado en el pasto al lado del osito Teddy. Creo que lo obtuvo del basurero de alguna persona, ya que había más objetos tirados. Esta imagen conmovió mi corazón. Era demasiado triste.
La ayuda estaba en camino
Cuando descubrió que el lindo perrito no tenía un hogar, decidió compartir en su cuenta de Facebook algunas fotografías de él con su oso de peluche, para ver si alguien podía rescatarlo. Destiny Swatzel se ofreció a ir a recogerlo, pero cuando llegó al lugar pensó que ya era demasiado tarde.
Fui a buscarlo el lunes y lo encontré en medio de la carretera. Honestamente pensé que estaba muerto y entré en pánico.
Sano y salvo
Pero cuando Swatzel salió del coche y se acercó a él, el lindo perrito levantó su cabeza y en ese momento la chica dejó escapar un suspiro de alivio.
Silbé para que se acercara. El pequeño caminó directamente hacia mí y me dejó deslizar una correa a su alrededor.
El momento de la despedida
También pudo ver al osito de peluche y pensó en llevarlo, pero ya que la noche anterior había llovido, estaba en malas condiciones, mojado y mohoso.
La buena noticia es que el lindo perro ya no lo necesitaba, pues ahora estaba al lado de personas que lo querían y le darían un hogar.
Ahora tenía un hogar
Swatzel lo revisó para ver si tenía implantado algún microchip que pudiera ayudar a identificar a su dueño anterior, pero no encontró nada.
Mientras estaba en el automóvil, vomitó huesos de pollo, trozos de plástico, rocas y hojas. Claramente había estado sobreviviendo en las calles.
La joven llevó al animal a su casa, lo alimentó y le dio un baño antipulgas, y después lo dejó jugar con los otros perros que había rescatado. Ese mismo día lo animaron a que conociera el que, se suponía, sería su hogar temporal.
Es muy feliz con su nueva familia
Mary St. Dizier, la chica que lo cuidaría por un tiempo, se enamoró de este tierno cachorro y decidió adoptarlo y nombrarlo Blue. Ahora, el tierno ojiazul convive con su hermano Bear y su hermana gata, Patches. Le encanta ir al parque a jugar con otros perros y que le den masajes en la barriga.
Lo está haciendo muy bien. Es un perro dulce y de buen comportamiento. Es un pequeño y adorable bebé.