Los perros son seres maravillosos, increíbles, intuitivos y muy determinados, y según la raza de perro que hablemos sus características pueden ser más detalladas. Algunos son juguetones, otros hiperactivos, otros son más flojos, etc. En el caso de los Pastor Belga son perros protectores, cariñosos y excelentes rastreadores.
Y esto último queda demostradísimo con la siguiente historia: Rylee es un Pastor Belga de 10 meses que, mientras iba en un paseo en bote con sus papás humanos, Kristin y Edward Casas, en lago Michigan, en Estados Unidos, se cayó del bote en un momento de distracción. Resulta que cuando iban a mitad del trayecto se escucharon algunos ruidos extraños en el motor, lo que hizo que Edward fuera a solucionar el problema mientras Kristin se quedaba a cargo del timón; cuando Edward volvió al mando, la pareja se dio cuenta que algo faltaba: su cachorro Rylee no aparecía en ningún lado. Al parecer, entre tanta distracción, el perro cayó al agua.
“Nuestros corazones se detuvieron inmediatamente”
Inmediatamente Edward hizo una llamada de auxilio para alertar y pedir la ayuda de los pescadores de la zona. Uno de tantos que escucharon el mensaje fue Lynn Fiedor, que curiosamente es quien está a cargo del grupo de voluntarios de Lost Dog Search Team.
Cuando los Casas pudieron hablar con Lynn le explicaron que Rylee estaba siendo entrenado para convertirse en un perro de búsqueda y rescate, eso hizo que Lynn se tranquilizara (y tranquilizara a la familia), pues, dijo, él encontraría el camino de regreso a casa.
Por un día no se supo nada de Rylee, hasta que una señora llamó y dijo que lo había visto entrar a un campamento en una zona boscosa. Kristin y Edward condujeron hasta el lugar sin dudarlo ni un segundo.
Llegando ahí buscaron por un rato, sin respuesta… pero de pronto Edward tuvo una idea. Tomó el juguete favorito de Rylee y lo hizo sonar. Casi inmediatamente apareció Rylee corriendo hacia ellos.
No hay palabras que describan la siguiente escena: alegría, felicidad, llanto y mucha emoción.
“No soy el tipo de persona que llora a menudo, pero esto sí que me hizo llorar. Estoy muy orgulloso de este perro y muy agradecidos con Lynn. Es realmente un ángel que caminó con nosotros. Tiene corazón de oro, es tenaz e implacable… ¡como Rylee!”
– Edward Casas
Lo más impresionante de esta historia es que, para llegar al campamento donde localizaron al perro, ¡Rylee tuvo que nadar 10 kilómetros y caminar otros 20!