Shavi, una perrita rusa, fue atropellada por un coche. Nina la recogió y la atendió en su casa hasta que mejoró, luego le encontró un hogar; pero Shavi escapó de su nueva casa y caminó 322 kilómetros para reencontrarse con su salvadora.
Nina Baranovskaya se convirtió en el ángel guardián de Shavi
Cuando la rescató estaba muy lastimada, ni siquiera podía moverse, pero ella le enseñó a caminar de nuevo, hasta la entrenó para que siguiera algunos comandos.
Por mucho que quisiera, Nina no podía quedarse con ella
Su departamento era muy pequeño, ya tenía tres gatos y otros dos perros rescatados, además trabajaba tiempo completo. Por eso le encontró una familia adoptiva.
La familia vivía a más de 300 kilómetros
Los nuevos dueños de Shavi vivían en la zona rural de Rusia, así que Nina creyó que era la mejor opción para la perrita porque tendría suficiente espacio para jugar y la libertad de estar en la naturaleza.
Pero Shavi tenía otros planes
Dos semanas después de llevar a la perrita a su nuevo hogar, Nina estaba caminando por la calle cuando sintió que algo tocaba sus pantorrillas, ¡era Shavi!, había escapado de su nueva casa para reencontrarse con ella. Nina se puso a llorar y se hincó en el piso, enseguida la perrita saltó a sus brazos.
Ahora Shavi y Nina viven juntas
No hubo necesidad de regresar a Shavi con sus otros dueños, pues Nina y su familia se mudaron a un nuevo apartamento más grande.
“Ahora ella se quedará conmigo, nunca voy a volverme a separar de mi amiga. Los animales son las criaturas más leales y amorosas del mundo. Por cada gotita de amor que tú les des, ellos son capaces de darte su vida entera, lo sé de experiencia personal. Shavi ahora es como mi niña”.
-Nina.