¿Has escuchado la frase: “con dinero baila el perro”? Si te suena familiar es porque seguramente comprendes que su contexto se refiere a todo… menos al avaro interés que puede haber en un can. ¡Ellos son a los que menos les importa si tienes o no un peso partido por la mitad! Pero… eso de bailar sí que les encanta, sobre todo cuando buscan conquistar tu corazón para obtener algo a cambio (lo repetimos: no se trata de billetes).
Tal es el caso de Ginger, una perrita refugiada en un albergue para animales abandonados que baila con todas sus fuerzas cada vez que alguien camina por los pasillos de las jaulas buscando un amiguito para adoptar. ¿Querrá convencerlos de algo? ¡Adóptenla o por lo menos bailen con ella un ratito!
Hola, soy Ginger y soy tu mejor opción porque bailo genial
Está en busca de una nueva pareja de baile
O quizá… de una nueva casa. ¿No te derrite el corazón? ¡Ojalá alguien la adopte lo más pronto posible!