Fifi es una osa blanca que había pasado todo su vida en el encierro deplorable en un zoológico. Además de haber sido explotada como un objeto de diversión, fue maltratada y humillada ante los ojos humanos que acudían a Pensilvania para verla.
Sin embargo, este terrible lugar no tuvo gran éxito y tras 20 años cerró sus puertas, pero al hacerlo no liberaron de la forma adecuada a Fifi: la dejaron en una pequeña jaula, mal alimentada y, por si fuera poco, jamás trataron sus problemas de artritis.
Tras 10 años, y luego de grandes esfuerzos por parte de PETA, pudo ser liberada.
¡Hoy Fifi luce adorable!
Su vida cambió por completo y ahora es una osa llena de vida.