Dejar la casa sola para ir a trabajar es algo muy común en todo el mundo y, para sentirse seguras, algunas personas suelen instalar programas y cámaras de vigilancia en puntos estratégicos que les permitan saber lo que sucede cuando no están.
Pero… ¿Qué pasa cuando hay un intruso?
Katie Hawley salió de su casa ubicada en Vail, Colorado, Estados Unidos, y dejó abierta una de las ventanas de la cocina, blanco ideal para que los maleantes pudieran meterse sin problema alguno. Y justamente eso fue lo que sucedió.
Cuando el hijo de Hawley llegó a su casa, se dio cuenta que estaba hecha un completo desastre: la nevera estaba abierta, había restos de plátano y fresas por todas partes, el piso estaba completamente lleno de harina y había jarabe de chocolate por todas partes.
Aunque el intruso era un ser muy peculiar…
Al revisar la casa y las cámaras de seguridad, que por suerte funcionaban a la perfección, los agentes se percataron que el intruso era nada más y nada menos que un gran oso café, mismo que había entrado sin esfuerzo por la ventana trasera de la cocina.
Además… ¡es un erudito tocando el piano!
Increíble, ¿verdad? Creo que de ahora en adelante, las personas no solo tienen que cuidarse de los maleantes, sino también de todo tipo de animales.