En Arica, una ciudad del Norte Grande de Chile, ubicada a 18 kilómetros de la frontera con Perú, ocurrió un hecho que ha despertado el interés del mundo entero: un pequeño llamado Adrián, de casi tres años, fue encontrado en el piso de un taller mecánico mientras era amamantado por una perrita llamada Reina.
La madre del menor, Zulema Reyes, una mujer de nacionalidad peruana, estaba cerca de la escena, pero sufre de un severo caso de alcoholismo, por lo que el pequeño estaba semidesnudo y con problemas de desnutrición.
La perrita hizo más que su propia madre
Zulema y Adrián habían vivido en ese lugar por más de un mes, pero con la denuncia de una vecina la policía acudió durante una fría madrugada y fue testigo del generoso acto por parte del animal, pero vergonzosa actuación de una madre.
El pequeño fue trasladado de urgencia al Hospital Juan Noé, en donde fue evaluado por los médicos. La madre, en evidente estado de ebriedad, también fue llevada al centro médico.
En espera de una solución
De acuerdo con Diego Guajardo, capitán de la policía, el niño fue dado de alta y quedó bajo el resguardo del Servicio Nacional de Menores de Chile, ya que se interpuso una demanda en contra de su madre.
Un caso extraordinario
Según Marcela Labraña, directora de dicho organismo, el caso es “reprobable e inhumano”, por lo que el próximo 22 de septiembre de 2018 la justicia chilena decidirá quién se encargará del menor.
De acuerdo con la veterinaria Rennée Osorio, el comportamiento de la perrita fue por vocación materna, pero el niño pudo haberse enfermado si hubiera continuado bebiendo su leche, pues a pesar de tener mayor cantidad de proteínas en comparación con la leche materna humana, tiene parásitos que a largo plazo hubieran podido llegar, incluso, al sistema nervioso de Adrián.