¿Qué piensas cuando buscas una casa para vivir? ¿Cuáles serían tus requisitos? Ok, lo obvio: ubicación. Amplia cocina, más de un baño completo tal vez, cierto número de recámaras, quizás un jardín para que los niños jueguen, buena iluminación, espacios abiertos, etc.
¿Cierto? Bueno, ¿y qué hay del perro? Así es, ¿las necesidades de tu perro entran en la lista de requisitos? Quizás tu respuesta automática ahora que te hemos hecho sentir mal porque no pensaste en el pobre Firulais va a ser “¡claro!” – sabemos que mientes – .
Pero hoy te vamos a contar de una mujer que no solo pensó en las necesidades de su perro, ¡sino también en su comodidad!
Y es que esta mujer, Betty McCall, de Georgia, Estados Unidos, tiene un perro Chihuahua demasiado consentido (¡no lo digo yo, lo dice ella!), e incluso tiene su propia habitación – por Dios, tengo 30 años y ni yo tengo mi propia habitación – y está perfectamente ambientada según su gusto.
Betty adecuó un pequeño cuarto, que quizás otros dueños usarían como una pequeña bodega, para que fuera el espacio personal de Pancho (el Chihuahua).
¡Y el cuarto es demasiado adorable!
Tiene un pequeño buró, una hermosa cama, una diminuta réplica del famoso cuadro de los perros jugando póker y…
Obviamente tiene un sombrero sobre su cama
Además tiene un hoyo en la puerta para que pueda entrar y salir cuando él quiera
“La verdad fue un proyecto muy divertido que volvió loco a los carpinteros”, asegura McCall
A pesar de tanto lujo, la realidad es que Pancho prácticamente ignora todos sus lujos, excepto la cama (obvio).
¿Lo malo? ¡Siempre la deja destendida!