Cada año la ciudad sureña de China, Yulin, celebra el solsticio de verano con una fiesta que involucra la masacre y el consumo de hasta 10 mil perros. Pero ante ello hay muchas personas que no están de acuerdo con este tipo de prácticas y escriben peticiones que siempre fracasan; no obstante hay otras que a pesar de esto reaccionan más allá de las peticiones.
Tal es el caso de Yang Xiaoyun, una maestra jubilada de 65 años que dirige un refugio de animales en Tianjin, que viajó más de 2 mil 400 kilómetros y pagó más de mil 100 dólares para salvar a 100 perros de una muerte segura.
Yang Xiaoyun quiere que dejen de matar a los perros en China
El festival de este año se llevó a cabo el pasado 20 de junio, y causó ira y un gran alboroto en la comunidad internacional. Se usó el hashtag #StopYulin2015 como medio para anunciar su rechazo hacia el festival.
Anualmente se consumen alrededor de 10 mil perros en la fiesta tradicional de Yulin.
Los organizadores de este festival causan una crueldad innecesaria al cocinar a los perros.
Xiaoyun junto a una jaula con los perros que acababa de comprarles a los distribuidores de carne.
Para operar, su refugio depende de voluntarios y donaciones.
Muchos activistas pro derechos de los animales han viajado hasta Yulin para manifestarse en contra de esa fiesta e incluso han comprado perros para salvarlos de ser comidos.
Yang hace pan de maíz al vapor dos veces al día para alimentar a los perros, ya que es lo único que tiene para alimentarlos.
Hay quienes argumentan que la cultura occidental no es mejor, pues existe el sacrificio de animales de granja como vacas, cerdos o pollos; sin embargo los grupos de activistas en China han acusado a los organizadores del festival de crueldad y tortura innecesaria.
Su refugio se llama “Hogar común”, en el cual hay más de mil perros rescatados.
La mayoría de los perros requieren atención médica, que ella misma les proporciona.
Siempre es un regalo especial para todos los animales que los voluntarios los visiten.
Cada fin de semana trata de darles golosinas. Como un regalo.
Las actitudes hacia el consumo de perros y gatos en China están cambiando; sin embaro algunas de estas tradiciones tienen raíces muy profundas.
Aunque la controversia pública acerca de esta polémica tradición en China continúa, es placentero ver que existe gente como Xiaoyun que está actuando para cambiar este tipo de cosas.