En Turquía, un gato callejero intentaba entrar a un hospital cuando quedó atrapado entre la puerta de vidrio y el marco, lo que hacía difícil para el gatito poder respirar.
El paramédico Halil Akyürek le practicó RCP para evitar que muriera.
“El cuello del gato estaba totalmente atascado, estaba luchando y tenía dificultad para respirar; le puse la mano en la parte posterior de la cabeza y lo retiramos de la puerta; inmediatamente iniciamos la RCP”.
Afortunadamente el personal médico se solidarizó y también ayudó hasta que el gatito se restableció.
La gatita, porque era gata, fue llamada Milagro. Estaban felices de haberla salvado, además, el paramédico que lo hizo la adoptó y ahora tiene un hogar lleno de amor.