Nos encanta tener perros y gatos, pero es claro que los muebles de la casa no están diseñados para ellos. A los gatos les gusta meterse en espacios reducidos, y a veces terminan atascados o en posiciones ridículas; los perros son menos ingeniosos que los gatos, y su batalla con los muebles es difícil.
Mira estas imágenes que te muestran las fallidas interacciones entre las mascotas y los muebles: