Max es un lince canadiense de casi 6 años que nació en un zoológico, por lo que no es un lince salvaje, aunque tampoco está domesticado. Aun así, adora recibir cariños por parte de sus cuidadores y le encanta que lo cepillen.
Además, es una especie de Embajador Animal que se encarga de convivir con niños para concientizarlos acerca de que su especie está en peligro de extinción.