Un hermoso y tierno husky se quedó atorado en una palmera y aunque no sabemos cómo llegó ahí, lo que sí sabemos es que se veía de lo más adorable. Pero… ni toda la ternura del mundo pudo lograr que se escapara de una épica batalla de Photoshop.
Desde montar en una avestruz y jugar quidditch, hasta cabalgar lado a lado junto a Putin… ¿Hay algo que este perro no haya hecho?