Bobo es un gorila occidental que llegó al santuario de Camerún en 1994, cuando era solo un pequeño huérfano; su madre había sido asesinada por cazadores. Pasaron 20 años y aquel vulnerable bebé se convirtió en un fuerte y valiente líder de manada.
Este grandulón de aquí es Bobo
Pensarás: un animal tan maravilloso e imponente seguramente conoce poco de ternura, ¡para nada! Bobo es un terrón de azúcar y todos lo comprobaron cuando su cuidador lo encontró en compañía de un diminuto bebé lemur que -aparentemente- Bobo había encontrado vagando por el bosque.
Ape Action Africa dio a conocer la buena nueva en Facebook:
“Nuestro gorila de espalda plateada, Bobo, hizo una nueva amiga sorprendente esta semana, ¡un bebé salvaje! Los médicos lo descubrieron acunando al pequeño primate durante sus controles matutinos, y se sorprendieron al ver que lo manejaba con sumo cuidado”.
¿Logras ver a un pequeñito escondido entre el pasto?
El bebé lemur no parecía tener miedo del enorme gorila, al contrario, brincaba a su alrededor y regresaba a los brazos de Bobo, era una escena simplemente adorable.
Fíjate bien… ¿Lo ves ahora?
Los demás gorilas sentían una enorme curiosidad por el nuevo integrante, pero Bobo no permitió que nadie molestara a su amigo y mantuvo a todos a distancia, ¡eso es ser un buen anfitrión!
Psst, psst, ¡aquí estoy!
La inusual amistad cautivó a los cuidadores
Nos queda claro que los animales son los mejores al momento de socializar y crear interacción incluso con otros que no son de su especie, ¡un hurra por ellos!