Los gatos realmente son criaturas elegantes y sofisticadas, incluso logran hacernos dudar de si merecemos tenerlos en nuestras vidas. Algo que todos los que poseemos un gato sabemos es que no somos sus dueños, más bien ellos nos dejan ser sus humanos: se pasean por la casa como se les antoja, tiran cosas, destruyen nuestros muebles y desaparecen nuestros calcetines… ¡sin ninguna pizca de remordimiento!
La cosa es esta: los amamos así tal cual son, pero hay un momento cuando nuestros amados felinos pierden todo su glamour y sus aires de grandeza: ¡cuando están mojados!
Y es que, aunque son muy limpios, no son muy afectos al agua y si pueden evitarla lo harán -al menos la mayoría-, pero cuando no pueden escapar al baño dejan esa elegancia y se transforman en criaturas extrañas, de ojos enormes y cuerpos diminutos… algo así como Dobby (si viste Harry Potter sabes de quién hablo); además de todo, se ven muy graciosos. Si no nos crees, mira estas imágenes y compruébalo por ti mismo.