Los gatos no tienen remordimiento por absolutamente nada, y esa es la verdad: no hay, no existe. Pocas situaciones pueden hacer que ese pequeño corazón sienta pesar por sus fechorías. En la Biblia hay apartados que señalan a los gatos como los verdaderos traidores de Jesús… bueno, es mentira, ¿ok? Pero no lo dudaríamos ni un poco.
Mira estos gatos “siendo avergonzados” por su esclavos, ¿de verdad creen que lograrán algo con eso?