Por muchos años los gatos han sido estereotipados como animales a los que no les gusta bañarse ni tener el más mínimo contacto con el agua. Pero la historia de este gatito es la excepción, ¡y viene a romper ese estereotipo!
Alexandra Gómez y Krista Littleton son dos chicas residentes de Honolulu, Hawái, que al encontrarse a un pequeño gatito de 3 meses decidieron rescatarlo y darle un hogar.
Cuando Alexandra y Krista encontraron a Kuli, era muy pequeño. Tenía problemas de malnutrición, por lo que no pesaba ni medio kilo; además de que padecía una severa infección en su ojo izquierdo, que a pesar de los esfuerzos de estas chicas, no quedó más remedio que operarlo y extirparlo.
Durante su recuperación, el gatito tenía que recibir frecuentes baños para evitar otras infecciones, por lo que comenzó a adaptarse y a sentir amor por el agua (algo que generalmente los gatos odian).
Cuando su recuperación se había completado, sus dueñas le pusieron un chaleco salvavidas, lo llevaron al mar y lo montaron sobre una tabla de surf.
“Su primera vez en el agua sólo dejé que flotará sobre la tabla. Navegamos cerca de la costa, y recuerdo que en ese momento deseaba remar con él y antes de que nos diéramos cuenta, ya estábamos buscando olas para surfear”
– Alexandra Gómez
Kuli, cuyo nombre significa “buscar a ciegas”, tenía 6 meses cuando comenzó a montar olas.
Por un tiempo montaban a Kuli sobre sus tablas largas, hasta que un día descubrieron que lo que realmente adoraba era enterrar sus garras en el material espumoso, así que compraron una tabla con la que Kuli pudiera navegar con ellas.
En este video verás a Kuli en acción. ¡Es el rey de las olas!
https://youtu.be/_Z2XW8W_dh0?t=2s