¡Estos gatos millennials no quieren batallar! Ya ni quieren salir a cazar su propia comida, ahora quieren todo facilito, ¡así no se puede!
Y ya basta de tirar pedradas, nos referimos a un minino sinvergüenza que entró a una tienda en Warwickshire, Inglaterra y, como Juan por su casa, fue directo a los bocadillos para gatos, intentó abrir un paquete, se dio por vencido y luego durmió la siesta cómodamente recargado en una caja de snacks.
No quiero trabajar, MALDITO SISTEMA RETRÓGRADA
Melanie, una clienta del lugar que pasaba casualmente por el pasillo, vio la graciosa escena, ¡y claro que hizo lo correcto! Lo que todo mundo debería hacer al ver a un pillo así: tomó fotografías… ah, y también dio aviso a los empleados del almacén.
La cajera le dijo que ya sabían que estaba allí y que era algo complementamente habitual.
Ya vete, por fa, diles que apaguen la luz
Ya lo conocen todos y saben de su desfachatez.
Melanie sabía que esto nadie se lo creería así que subió las fotografías a su Facebook, se hicieron virales y ahora tú estás leyendo esto aquí. Qué cosas, ¿no?