No hay nada más romántico que recibir sorpresivamente flores alguien que te quiere, pero ¿y si se tratara de un admirador secreto? ¡Eso le agregaría un plus de emoción al detalle! Galanura, misterio y suavidad son las tres palabras que describen a la perfección esta inesperada historia de amor.
La inocente Rosy comenzó a recibir cada mañana un montón de flores silvestres a los pies de la puerta de entrada en su casa; al principio le pareció un gesto bastante romántico y llegó a pensar que se trataba de algún viejo amor. Llamó a sus exparejas para preguntarles, pero ellos dijeron no tener idea de lo de las flores, así que comenzó a entusiasmarse por tener un admirador secreto que ni siquiera conocía. Sin embargo, un día se le hizo tarde para llegar al trabajo y descubrió que el repartidor de esas hermosas flores era nada más y nada menos que la gatita de su vecina. ¡No sabía si reír o llorar!