¿Acaso hay algo que los gatos no puedan hacer bien? A pesar de todos los misterios que suelen envolver sus misteriosos cuerpos peludos y ronroneadores, no deberían sorprendernos sus dotes de inteligencia, las cuales los convierten en mascotas muy independientes que poco necesitan de la ayuda de sus cuidadores -no amos-, lo que los vuelve poco aptos para el adiestramiento.
Esto no demerita en lo absoluto todo el amor y mimos que muy a su manera regalan estos simpáticos y nada aburridos gatos. Se desconoce aún la manera en cómo llegó a aprender esta habilidad que ciertamente fue diseñada para comunicarse entre humanos, o qué fue primero: si el dueño del tierno minino condicionó a su cuidador para pedirle comida o este enseñó a su gato para que no padeciera hambre.
Lo que es sorprendente y encantador es ese vínculo que se generó entre ellos. Tal parece que la paciencia y habilidad de las mascotas cada día es más sorprendente.