La historia de Kawasaki Hina es esa clásica y conmovedora historia que no deja de tocar corazones.
Como de costumbre, él se dirigía a su casa atravesando el parque local, pero de pronto sintió que no podía avanzar más, pues un pequeño gatito no le dejaba avanzar.
Con suaves maullidos y pequeños arañazos intentaba trepar desde sus piernas hasta sus brazos.
Y aunque Kawasaki seguía caminando, la linda gatita no se quiso ir de su lado; por lo que le robó el corazón y este chico no se atrevió a dejarla abandonada en el parque ni un minuto más.
“Ella es como de la familia para mí, creo que me ama y siempre estaremos juntos. Ahora la gatita se llama Vell y tiene dos años y medio”.
Desde entonces Vell no lo deja ni a la hora de lavar la ropa, pero eso algo que a este chico no le incomoda en lo absoluto.
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