Quizá una de las partes más adorables de ser gato, es tener esas suaves y acolchadas patitas que parecen nunca haber tocado el suelo, pues a comparación de las huellas perrunas, los felinos las conservan tan limpias y rosadas como si fueran las de un recién nacido.
No obstante, sus almohadillas son todoterreno, y les permite desplazarse por cualquier tipo de superficies, sin perder la regla de las 3E que los caracteriza: Estilo, Elegancia y Encanto. ¡No te confíes! Recuerda que también suelen ser su mejor arma de cacería, pues utilizan el filo de sus garras como un ágil sistema de defensa sin importar si eres un ratón o un humano queriendo jugar en un mal momento.
¿Qué se sentirá que unas patitas así te den un masaje? Mientras sus uñas estan perfectamente escondidas bajo la esponjosidad de su pelaje, son una adictiva experiencia sensorial.