A muchas personas no les agradan los roedores, incluso los encuentran repulsivos, pero si se tomaran el tiempo de observar sus ojitos podrían darse cuenta de que son realmente tiernos y muy divertidos. Y si los juntas con las flores más hermosas y elegantes, el resultado es maravilloso.
Esta fue la idea de Miles Herbert, un fotógrafo inglés que realizó junto con sus alumnos una bella sesión en la que los modelos fueron unos lindos ratoncitos de campo, que aman comerse el polen mientras se acurrucan dentro de los pétalos de los tulipanes. Este fue el resultado.