Cada vez queda más claro que el perro es el mejor amigo del hombre, y sobre todo que se pueden compartir momentos increíbles e inolvidables a su lado. Para muestra la siguiente historia, que nos enseña que no hay limites cuando se trata de vivir experiencias a lado de tus mejores amigos.
David Bahnson, un cirujano ortopédico retirado de 67 años de Vermont, es amante de las aventuras, y más que sus mejores amigos sus mascotas son parte de su familia, por lo que hizo todo lo posible por compartir con ellos su pasatiempo favorito: pasear en kayak.
Cuando el hombre se dio cuenta de que podía modificar su kayak de modo que su perro pudiera viajar en el interior seguro y cómodo, no lo dudó ni un segundo y logró que Susie, su Golden Retriever, se sentará en un compartimiento del bote.
El espacio quedó perfecto para Susie y el kayak no se desequilibró al entrar en contacto con el agua. Por lo que al llegar a casa y ver a Ginger, su otra mascota, ya tenía claro lo que debía hacer.
Ginger también tuvo su lugar en el kayak, esta vez con un segundo agujero en la parte delantera.
“Les encanta pasear allí, nunca se lanzaron al agua, estaban perfectamente cómodos disfrutando siempre de la brisa, el paisaje y la compañía de su familia. Nuestro perros siempre han querido viajar con nosotros, en coche, en avión, hasta en barco. Además disfruto mucho el proceso de construir la adaptación de su embarcación”.
A partir de ese momento los paseos fueron mucho más divertidos, ya que los perros Golden Retriever son buenos nadadores y aman el agua.
Los perros aprendieron a mantenerse dentro del kayak, aun cuando están lo suficientemente cerca de la orilla como para saltar.
Y así pasó muchas horas navegando por el lago con sus fieles compañeras, hasta que lamentablemente Susie y Ginger murieron tras una maravillosa vida de aventuras.
Sin embargo, la tradición sigue con nuevas mascotas que se han ido integrando a la familia.