Estás en tu casa una tarde tranquila y de pronto empiezas a escuchar ruidos extraños. Por más que buscas de dónde provienen, todo parece terminar en las paredes de tu casa. ¿Qué haces?
- a) Llamas a los cazafantasmas. Obvio, tu casa está embrujada.
- b) Te cambias inmediatamente de casa. No te interesa investigar qué está pasando.
- c) Buscas qué ocasiona el ruido. No te importa si tienes que abrir las paredes.
Bueno, Paula decidió por la opción C. No podía quedarse con la duda de qué era lo que ocasionaba unos extraños ruidos en su hogar desde hace un par de días, así que contrató a un hombre que la ayudara a hacer un hoyo en la pared de donde parecía provenir el sonido. Eran como lamentos que no paraban.
Abrieron la pared y lo que encontraron los dejó sorprendidos
¡Un diminuto gatito estaba ocasionando todo este alboroto!
Paula recordó que semanas atrás ella y su esposo Richard vieron a una gata embarazada rondando por su casa. Pero ya habían visto al diminuto gatito en su cochera y cuando lo buscaron ya no lo encontraron. Para ellos la cosa quedó ahí. Sin embargo, parece que el gatito seguía en la casa. Literalmente en la casa.
El pobrecito estaba infestado de pulgas
Le dieron un baño y quitaron las pulgas una por una. Tenía muchas heridas ocasionadas por las alimañas, incluso mientras lo bañaron sangró un poco.
¡Pero todo parecía ir mejor!
Cuando lo secaron, el hermoso gatito se veía muy guapo. Le había cambiado el semblante un poco.
Una visita al veterinario y, ¡voilà!
Lo secaron y lo llevaron a un veterinario, quien le dio un tratamiento para eliminar completamente los parásitos y unas gotitas para la infección que habían provocado en sus ojitos.
Ahora, a buscarle un hogar
Después del veterinario la siguiente parada fue con la organización Petopia, quienes lo alimentaron y ahora se encargarán de encontrarle un hogar a este ruidoso amiguito.