Los animales más lentos y longevos del mundo están de fiesta. Aunque no lo creas, existe un día mundial para celebrar a las tortugas, y es hoy.
Surgió como una iniciativa por parte de la organización American Tortoise Rescue para llamar la atención y crear conciencia acerca de la importancia que tiene el cuidar de esta especie tan singular en el planeta Tierra. Hay un sinfín de razones que las hacen especiales, aunque para darte una pequeña idea, hemos seleccionado 10 datos curiosos que probablemente ya sabías, pero que vale la pena recordar en su día.
¡Vamo’ a celebrar!
1. No solo es un caparazón sino su escudo
Su caparazón está hecho de más de 50 huesos que lo hacen verse como un duro búnker.
2. Las primeras en conocer el espacio exterior
La primera tripulación que se aventuró en el espacio y regresó a la tierra con vida, estuvo integrada por un par de tortugas rusas en el 68.
3. Se toman muy en serio las batallas
Pueden parecer adorables e inofensivas, pero en una contienda contra otra tortuga, pierde la primera en morir. Sí, así de simple resuelven sus diferencias.
4. No tienen cuerdas vocales
Aún así, ellas pueden emitir sonidos, sobretodo durante el apareamiento. ¡Alerta! Este video puede contener gemidos sugerentes, no digas que no te lo advertimos.
5. Impresionante lapso vital
Dependiendo de la especie a la que pertenecen, la mayoría puede vivir entre 100 y 250 años si su hábitat natural se encuentra en magníficas condiciones.
6. No se pueden quitar el caparazón
A diferencia de otras especies cubiertas con una concha, ellas no pueden salirse y andar desnudas, pues el caparazón forma parte de su espina dorsal.
7. Una rigurosa dieta
En realidad las tortugas no son capaces de digerir una pizza, pero sí pueden aguantar hasta un año sin alimento. Si tienes una como mascota, no intentes esto en casa.
8. ¿Cómo saber de dónde vienen?
Puede conocerse su origen por el color de su caparazón, entre más claro, vienen de aguas más cálidas.
9. La más fortachona
La especie de tortuga más grande que se ha conocido, proviene de la familia Dermochelyidae y se llama Laúd. Su peso casi llega a los 100 kg.
10. No lloran, solo se acuerdan
Existe la creencia de que algunas especies de tortugas suelen llorar. Esto es totalmente falso, lo que nos da la impresión de lágrimas es la salinidad que se concentra en sus ojos.