Se ha comprobado que más de un tercio de la población mundial duerme con sus bellas mascotas, ¿y es que cómo perderte ese momento de acurrucarte con tu bello cachorro peludo y esponjosito?
Si duermes con tu cachorrito lo más seguro es que sientas esa calidez y ese amor tan bello como el de tener tan cerca a ese ser que te da todo su amor día a día. Pero seamos sinceros, no todo es un lecho de rosas; a veces, o casi siempre, tenemos ‘detallitos’ por los cuales quisiéramos aventarlos de la cama y poner una rejilla como en los cuneros para evitar que se vuelvan a subir.
Lo sé, al poco tiempo te arrepentirás porque te estará viendo con esos ojitos de Gato de Sherk que te piden compasivos que les digas que se suban. ¡Admítelo, también te ha pasado! Y si ésa es tu rutina de todos los días en la cama, entenderás a la perfección estas 20 situaciones.
1. ¡Se convierten en roca!
No sé qué les pasa cuando duermen, pero una vez subiendo a la cama ¡son de piedra!, y no los podrás mover de ese lugar porque pesan una tonelada. El solo cobijarte es misión imposible si no lo hiciste antes de que tu perro subiera.
2. ¡Roncan como osos!
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Y si duermes con tu pareja no sabes cuál ronca más fuerte. Pero obvio, con el tiempo llegas a disfrutar de ese sonido. El día que no duerme con ustedes sientes ese gran silencio y solo deseas que esté a tu lado.
3. Sí, también has despertado con tu cara entre los pelos
Solo porque a tu cachorro se le ocurrió recargar su cabeza en tu cuello o frente. Pero, ¿apoco no es adorable?
4. Es totalmente falso que duerman en tus pies
¡Los perros duermen en toda la cama!
5. Has aprendido a dormir hecho bolita
Ellos son los amos y señores de tu cama; si bien te va, pueden dejarte un rincón para que te hagas bolita en sus pies.
6. ¿Pelos de perro en la cama?
Esto para ti ya es algo normal, y también es parte de tu naturaleza; ¡qué más da, esa cosita peluda es un amors!
7. Y te tira sus hediondos pedos ¡en la cara!
Pero te consuelas sabiendo que es una forma en la que te demuestran su amor.
8. De pronto ves esas sospechosas manchas en tu cama
Sí, porque se estuvo lamiendo hasta el cansancio sus partes y dejó llena de babas tu cobija.
9. Y tu cara ni se diga…
Llena completamente de babas también.
10. Arruinan tus momentos hot
Sí, estás en el momento candente cuando de pronto sientes esa mirada extraña que ve cada uno de tus movimientos.
11. Su juguete se te encajó entre las nalgas
¿Recuerdas esa vez que te aventaste en tu cama, pero había un juguete de tu mascota justo donde te sentaste? ¡Lo sé, aún te duele!
12. Desde entonces sacudes tu cama antes de tirarte
Porque siempre encontrarás un juguete, polvo, lodo o hasta sus víctimas de su cacería.
13. Las colchas limpias: tu máximo sueño del descanso
14. No volviste a dormir profundamente
Porque no descansas lo suficiente. Siempre estás alerta, porque inconscientemente piensas que un día te puede atacar después de haberle metido una patada por error.
15. Te enloquecen sus ladridos nocturnos
Si al vecino se le ocurrió ir al baño y él lo escuchó, pobre de ti; terminarás más despierto que un vigilante de la prisión.
16. Escuchas comentarios estúpidos
“Un día el perro te va a atacar”, “no le permitas dormir en tu cama porque quien te domine va a ser él”. ¡Blah blah blah!
17. Se dan vueltas por toda la cama
¡Siempre!
18. O cuando te despiertan con sus sueños
Esas patadas cuando imaginan que corren o empiezan a ladrar mientras duermen.