A principios del siglo XVIII, comenzó a utilizarse en Europa el apoyo de perros sabuesos dentro de las operaciones policíacas. Pasando los años cuarenta, en plena Segunda Guerra Mundial, países como Alemania y Bélgica perfeccionaron esta labor perruna. No obstante, los perros policías comenzaron a popularizarse en América hasta 1970.
K9 es la pronunciación del vocablo inglés canine, y ha sido el título oficial para nombrar al perro entrenado y al agente encargado de sus operaciones. ¿Qué tienen estos cuadrúpedos que no tenga el cuerpo de policía además de mucho pelo? Energía, fortaleza, una excelente condición física, y por supuesto el sentido del olfato más desarrollado de todo el mundo animal, capaz de encontrar cuerpos, narcóticos, bombas y reconocer a los chicos malos. Pero todo gran agente tuvo un comienzo, así como estos cachorritos que están a punto de iniciar su entrenamiento para convertirse en policías ejemplares. ¡Mira cómo les fue en su primer día de trabajo!