La falta de actividad física y no alimentarse sanamente provoca que la digestión sea lenta y se almacenen muchas calorías que hacen engordar al cuerpo; en este caso los animales no están exentos, ya que es común ver perros y gatos que todo el día se encuentran acostados y sólo se levantan a alimentarse.
Por otro lado, la obesidad en los animales también se presenta cuando son mayores, pues al llegar a una edad adulta ya no juegan o corren igual que cuando eran jóvenes. También si fueron esterilizados puede ser una reacción secundaria, ya que tienden a engordar.