Estos 17 traviesos creyeron que se saldrían con la suya y que todo su plan estaba perfecto para lograr sus fechorías; pero esta vez los humanos los capturaron en el momento justo.
Pobres peludos, no hay poder de ningún tipo que los pueda defender, todo indica que son los culpables de sus tiernos crímenes. Esperemos que su castigo no haya sido tan severo y si alguna vez ven esta publicación, se sientan muy avergonzados de sus actos.