Cuando George Orwell escribió su libro Rebelión en la granja, seguramente se sintió inspirado por alguna mascota suya que hacía lo que le daba la regalada gana. Porque a pesar de que son unos amores, en realidad cuando quieren pueden estar en contra del sistema.
Y como prueba están estos magníficos ejemplares que sacaron de sus casillas a sus dueños, pero que al mismo tiempo se ven tan tiernos que no podían dejar pasar la oportunidad para compartirlo con el mundo entero.