El corazón no reconoce raza, género ni antecedentes, y es justo gracias a eso que las mejores amistades nacen. Esta es una historia de una verdadera amistad que se dio cuando, por distintas casualidades de la vida, el camino de la elefanta Bubbles se unió al de la labrador Bella… ¡y no creemos que se vayan a separar jamás!
La historia de Bubbles comienza de forma trágica:
Fue rescatada en África en 1981 luego de que sus padres murieran en manos de traficantes de marfil; afortunadamente fue resguardada en la reserva Myrtle Beach Safari, en Carolina del Sur, lugar que desde 1983 es su hogar.
¿Cómo llegó Bella ahí?
En 2007 un contratista fue al lugar a hacer una piscina para Bubbles y este hombre abandonó a la cachorra de labrador en el lugar; los trabajadores del centro la adoptaron y le pusieron por nombre Bella.
¿Coincidencias? ¡No lo creo!
Todo fue obra del destino
Les encanta estar juntas, Bella es muy inquieta y ama subirse en Bubbles y desde ahí brincar al agua. Parecen haber nacido para encontrarse.