Estas son las palabras de Christophe Thomas, un joven granjero francés que hace algunos años decidió hacer algo por los derechos de los animales y adoptó a un toro con el fin de terminar con el mito acerca la furia innata de estos animales; para a su vez dejar en claro que las fiestas bravas es lo más cruel que puede existir.
“Lo compré en la ganadería Domecq, y estaba destinado a ser toreado en Barcelona. Cuando les pregunté si era difícil educar a un toro me contestaron: ‘si lo cuidas bien, verás que es incluso más fiel que un perro’, Esto demuestra que ellos saben bien el tipo de animal que tienen y que mandan a las corridas”.
Él es amable con este toro, le da cariño y lo alimenta; acciones que han traído como consecuencia a un adorable ser que se comporta como un perro fiel, pero con tres o cuatro veces más en tamaño y un par de cuernos.
Su nombre es Fodjen y son excelentes amigos que disfrutan de las tardes rescostados bajo el sol en Rennes, Francia. Otra cosa que desmiente tal furia es que Christophe usa una camiseta roja, color que se supone ocasiona furia en los toros.
Este es un claro ejemplo de que los únicos animales sin sentimientos somos los humanos, que este tipo de celebraciones son ridículas e inhumanas y que no deberían seguirse ejecutando.
El simple hecho de imaginar la cruel, lenta y dolorosa manera en que atraviesan el cuerpo de estos animales es repulsivo, pero aún más repugnante son los aplausos generados a causa de la “victoria” del hombre que causa su muerte.
Este video fue filmado por Pablo Knudsen y muestra el significado de la amistad entre Christophe y Fadjen
Asimismo, este segundo video fue creado por Matthias Ferranges, el cual intenta mostrar que Fadjen se comporta como un perro pero de gran tamaño: